EE.UU. lanza la madre de todas las bombas
Parece que Donald Trump, presidente de Estados Unidos (EE.UU), cumple la consigna que pronunció durante su candidatura a la Casa Blanca: «Destruiré al Estado Islámico (EI) a fuerza de bombas». Estados Unidos se hizo de todos los encabezados del mundo, luego de que el Jueves Santo (para el cristianismo) el ejército lanzara la bomba no nuclear más potente que tiene sobre una supuesta base de operaciones de ISIS en Afganistán, todo esto bajo el pretexto de la muerte de un soldado suyo en el país asiático.
La GBU-43/B fue lanzada en el distrito Achin, de la región de Nangarhar, cerca de Pakistán. Su objetivo fue un presunto complejo de túneles que; según Adam Stump portavoz del Pentágono, el Estado Islámico usaba para ejecutar operaciones de guerra. Stump informó que el ataque se hizo para disminuir el riesgo que corren las fuerzas estadounidenses y afganas, mientras se realizan jornadas de limpieza en el área, además el portavoz del Pentágono aseguró que este ataque significó una pérdida considerable de combatientes e infraestructura para el Estado Islámico.