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Política

Tensión entre China y Hong Kong

La visita del presidente chino Xi Jinping a Hong Kong será una prueba de fuego. Es la primera que hace en la ciudad desde que fue elegido, el 2013 y se han dispuesto medidas de seguridad extremas. Los tres días que durará la visita son cargados de acontecimientos, como por ejemplo uno de muy significativo: asistirá a la toma de posesión de la nueva líder del ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam. Significativamente, el acto no se hará durante una sesión del parlamento y los diputados demócratas no han sido invitados.

El centro de Hong Kong ha sido literalmente fortificado con barreras de la altura de una persona que impiden el paso a Wan Chai, donde residirá el presidente estos tres días y donde se hará la ceremonia de toma de posesión de Lam.

Manifestaciones en contra de la visita

Los grupos de la oposición democrática han organizado actas de protesta. Por ejemplo, un velatorio a la puerta del tribunal superior para reclamar la liberación del premio Nobel Liu Xiaobo. El acto más importante será la concentración en la Torre del Reloj del puerto, en apoyo de la independencia de Hong Kong, concentración que el gobierno prueba de dificultar con todo de excusas, como por ejemplo que se hacen obras.

Mañana también ha sido convocada una marcha hasta el consulado británico, para protestar contra aquello que los manifestantes consideran una ruptura unilateral de los acuerdos con el Reino Unido por parte de China. Pero el acto más importante será la manifestación que cada año se hace el primero de julio con el lema ‘Un país, dos sistemas: veinte años de mentiras’. Se teme que la manifestación sea conflictiva, porque el gobierno ha autorizado a los grupos pro-chinos a concentrarse cerca de dónde se hace esta manifestación.

Una situación política tensa

Estos últimos meses la situación política en Hong Kong se ha tensado mucho. Los acuerdos entre China y Reino Unido de hace veinte años preveían que el presidente de la ciudad sería elegido libremente por los ciudadanos de Hong Kong, pero esta promesa ha sido vulnerada unilateralmente por el gobierno chino, que ha impuesto los candidatos que pueden optar a la elección.

Esto y la implantación del sistema escolar chino a las escuelas de Hong Kong ha hecho crecer la oposición democrática y ha hecho surgir un movimiento independentista que en Hong Kong recibe el nombre de ‘localismo’. Los diputados localistas tomaron posesión del cargo proclamando que Hong Kong no es la China y negándose a acatar las leyes chinas.